Mario Pergolini: Encarando el desafío más grande de su vida y conectando con el público de Mirtha Legrand

En un inesperado giro, Mario Pergolini se convierte en el galán que las abuelas argentinas no pueden ignorar. ¡Sí, así como lo leés! La señora de ochentilargos ahora lo ve como un hombre “bien parecido” que, con traje y sonrisa, llega a competir con Mirtha Legrand en el corazón de los televidentes. Un fenómeno casi perturbador, ¿no?

Fue conmovedor ver a Mario rendir homenaje al tango en pleno Obelisco, con esa cara de asombro que le sale natural. Comparado con el mejor spot del Gobierno de la Ciudad, Pergolini se plantó como un granadero marcando presencia, despertando en más de uno recuerdos de Grandes Valores del Tango. ¿El nuevo Silvio Soldán? Al parecer, para muchos lo es.

Mientras tanto, Pergolini sorprende al convertirse en una cara novedosa para la televisión tradicional. Sí, esa que muchos consideran una reliquia del pasado. Este ex ícono contracultural ahora engancha a un público distinto, y sorprende, ni siquiera es el de Caiga Quien Caiga. Inédito, ¿no?

Con su regreso, Pergolini, entre el cinismo y la nostalgia, no se dio cuenta del riesgo de exponerse como nunca antes. “Volver” suena a nostalgia, a gira mundial de Oasis, a remake cinematográfica. Pero Mario volvió para reinventarse, ¡volvió como comediante!

Desde sus inicios en la radio, Mario animó un vestuario de fútbol, rodeado de amigos inseparables. Su voz era un imperio, loo hizo en la Rock&Pop gloriosa, e inspiró a figuras como la Negra Vernaci. ¡Qué tiempos aquellos!

En CQC, Pergolini se mantenía más en las sombras, dejando que las calles y móviles robaran la escena. Él, cómodo, disparaba chistes guionados desde el estudio.

Su regreso en Otro día perdido no pasó desapercibido, incluso hubo quienes decían que volvía por dinero y deudas con Vorterix. Pero Mario, fiel a sí mismo, desmontó los rumores con la habitual irreverencia.

El verdadero logro para Pergolini es que eligió volver a la tele en el prime time de un canal líder, compartiendo cartel con figuras como Guido Kaczka y Nico Occhiato. Un regreso en grande, ¿no?

Pergolini pensó que su audiencia sería la misma de la Rock&Pop, pero se quedó corto. Atrae a un público más adulto que lo descubre, incluso para él, en un rol inesperado.

Sobre el rating, que promedia los 5 puntos, Mario no parece preocuparse tanto. Está más enfocado en su gracia para lanzar un chiste ingenioso cada cinco segundos. Todo un Pettinato de los late nights shows.

“La tele ya no es lo que era”, dice Mario, con números mucho menores que los de antaño y un público envejecido. Hoy otras plataformas, incluso la radio, han ganado terreno.

Parece que Otro día perdido va excelente en las redes sociales. Aunque muchos tiktokers no sepan quién es, la presencia de Cazzu le asegura viralidad. En cambio, para la audiencia tradicional, siempre será “Mario”.